¡Viva la música, viva el festival!

El pasado jueves 25 de mayo dió inicio «El Festival del Pitic» en su quinceava edición, antes de la entrada de la actual administración municipal, se le llamaba «Fiestas del Pitic» en mi sentir como ciudadano Hermosillense, inmediatamente pensé, ¡Claro! como hoy está un partido diferente a cargo de la administración pues le cambian de nombre para imponer su autoridad. Sin embargo, al respecto las autoridades municipales declararon que el cambio se debió a que como ´Festival´estarían en condiciones de acceder a más recursos para darle aún más relevancia al evento cultural que cada año, muchos esperamos con gran ilusión.

Bien, pues el evento estelar del día fue la presentación del famoso cantante norteamericano de los ochentas, el Señor Christopher Cross en el escenario de la plaza Alonso Vidal, el cual inició puntualmente a las 8pm. El cantante acompañado de su banda de música, según recuerdo cuatro integrantes además de dos bellas coristas que derrochaban alegría y simpatía, ingredientes escenciales de la belleza femenina. El escenario esta dispuesto con un Christopher de aspecto tranquilo, de figura, como siempre, «llenito», una barba que se apreciaba de tres días y una boina estilo europeo que le daban también un aire de informalidad, más no de descuido, pero ciertamente con la libertad de los consagrados que no requieren aparecer vestidos de smoking, para demostrar lo que no son.

Inició su presentación con «Sailing» (navegando) uno de sus grandes éxitos que nos llenó de emoción a todos los presentes, en su mayoría, gente madura, como un servidor. Y como no podría alegrarnos y empezar a hacer uso de nuestros teléfonos «inteligentes» para captar en video aunque sea un minuto e inmediatamente enviarlo por las redes sociales preferidas de cada quien para presumir nuestra presencia en el espectaculo de uno de los «grandes» de la música norteamericana con cuya música soñamos despiertos, nos enamoramos, bailamos y hasta desquitamos nuestras tristezas y fracasos sentimentales.

No estoy seguro si a la tercera o cuarta canción, el sonido falló para sorpresa de todos, público y artistas, pero ellos, sabedores de que «el show debe continuar» aún en los imprevistos, siguieron cantando y tocando como si no pasara nada y deseando que pronto se arreglará la falla técnica. Y así fue, el espectaculo volvió a revivir con el sonido para deleite de los espectadores, para seguir conectados con ese momento mágico-musical. Y para mi gusto el momento más especial de la presentación es cuando canta Mr. Cross y una de las coristas una canción en español que a todos nos gustó y también aplaudimos con entusiasmo. Así, transcurrió el evento con sus benéficos efectos de extásis en cada cuerpo presente, para al final despedirse con la canción «Imagine» de John Lennon que nos volvió a prender a todos a pesar del cansancio que nos causaba el estar sentados en sillas metálicas durante todo el tiempo que vivimos esa experiencia que definitivamente tocó nuestros corazones, aunque sea, al más puro estilo de «La Cenicienta» es decir, con fecha de caducidad. Así que, bendita música, benditos músicos, benditos quienes los apreciamos. Amén.

Marcha pacífica

Hoy domingo 15 de enero del 2017, amaneció con temperatura mínima de alrededor de 8 grados centígrados y la máxima no pasaría de los 19 grados, en lo personal, un día para agradecer a Dios considerando nuestro largo y ardiente verano.

Ya desde temprano inicié el día con la deleitable costumbre de tomar una taza de café soluble (el colado es muy fuerte para mi) y en lugar del otrora típico periodico impreso  matutino, informarme en mi teléfono inteligente de las novedades en mis grupos y contactos  del whatsapp, Facebook, Twitter y sitios noticiosos.

Entre las noticias que más llamaron mi atención, fue de la marcha convocada por algunos líderes ciudadanos para protestar en forma pacífica en contra del «gasolinazo» lo cual ya repercute  en los bolsillos de los consumidores finales, en mi caso, ya evidente en los precios del supermercado, tiendas de conveniencia, tortillerías, etc.

Recuerdo haber vivido otras crisis en nuestro querido y maltratado país, pero el nivel de hartazgo de nuestra gente está aumentando en la misma proporción que nuestros gobernantes se alejan cada vez más de la realidad que vivimos la inmensa mayoría de los mexicanos. En mi percepción y la de muchos resulta indignante que los gobernantes estén sumando privilegios tan costosos y que manejen (en su mayoría, no todos) un discurso que trata de minimizar los efectos del «gasolinazo». Esta contradicción tan obvia sólo los pone en evidencia ante las miradas no sólo de las personas con estudios sino también ante las de origen más sencillo.

Así que para mi «la mesa estaba puesta» la indignación ahí está, el día, un domingo de descanso laboral, también, el apoyo de muchos ciudadanos cómo yo, ni se diga. Pues a participar, me dije. Tomé un tranporte urbano rumbo a la ya simbólica plaza Emiliana de Zubeldía y esperé al igual que mucha gente a que llegase el contingente que venía desde la confluencia de los bulevares Kino y Abelardo Rodriguez.

Al llegar me quedé a la altura de las escalinatas del Museo de la Universidad de Sonora, el ambiente era relajado, había personas de diferentes edades y hasta niños, pocos pero los había, uno de los manifestantes calificó la marcha además de pacífica, alegre.

Haciendo un parentesis, a decir de uno de los maestros que más admiro en nuestra ciudad, el Padre Tomás Herrera, nos invita a establecer con nosotros mismos un «Pacto con la alegría» en consideración al tiempo navideño en el que se facilita la abundancia en todos los aspectos y que nos ayuda a sentirnos más felices, en fin, esa suma de sentimientos y actitudes que es bueno mantener todo el año.  ¿Y por qué menciono esto? Porque la alegría, el sentido del humor, reír, sonreír, bromear, es fundamental para una vida sana, creo que cada uno de nosotros por más fregado que este, siempre buscamos momentos así, que nos reanima y conforta. Nadie nos debe robar la alegría de estar vivos.

Y como les decía, mientras esperaba con el resto de la gente, busqué caras conocidas con quienes hacerme acompañar, no las encontré, me detuve en la presencia de un hombre que también estaba sólo y le pregunté a que horas llegaría el contingente inicial y me alertó de su proximidad, una vez «roto el hielo» me compartió su visión de la realidad política de nuestro país, mencionó que Benito Juárez fue un hombre admirable que tenía un gran amor a la patria, además de valiente, ya que enfrentó a los invasores Franceses, viajando a lo largo y ancho del país hasta que triunfó. Además de mencionar sus famosas Leyes de la Reforma lo que obligaba al «Benemérito de las Américas» a trabajar día y noche.

Una vez que me sume a la marcha, esta iba acompañada de diversas consignas en contra de los gobernantes en turno de todos los niveles, el sentimiento general, como ya lo mencioné, era festivo, toda una fiesta cívica. Cuando llegamos a nuestro destino, en el centro de gobierno, escuchamos a varios oradores y lo que me quedó es lo siguiente:

Coordinar un movimiento social de esta magnitud no es una tarea fácil, pues aunque la indignación nos reune, muchos nos diferenciamos en la manera de entender las causas que provocan la crisis de nuestra nación, por ejemplo, hay quienes atribuyen «el gasolinazo» a la reforma energética, a la cual la califican de vender a manos extranjeras las riquezas de la nación, pero también hay quienes creemos que la reforma energética es para ofrecer un ambiente de competencia y no de monopolio, donde haya mejores precios y servicios. Hay quienes creen que las instituciones politicas deben de desaparecer y quienes creemos que estas tienen que representar el sentir ciudadano y para ello deben ser cuidadosamente supervisadas como sucede en algunos países del primer mundo..

Parafraseando al senador Búrquez (PAN) lo que la mayoría queremos es «que el dinero esté en los bolsillos de la gente y no de la clase política». Para ello ya lleva tiempo promoviendo la reducción del 50 % del presupuesto a los partidos políticos. Por supuesto vendría bien una reducción más allá del 10% propuesto por la federación para altos funcionarios, ya que si a los ciudadanos nos obligan a «abrocharnos el cinturón» lo justo es que también ellos lo hagan y sino, la nación se los seguiremos demandando.

En lo personal, sigo simpatizando con el PAN, creo en los cambios pacíficos e institucionales, no creo en la anarquía pues es sinónimo de desorden y nadie se beneficia con el. Creo que ya no se mira una democracia con ciudadanos pasivos que esperen a que el gobierno les resuelva sus problemas, eso no va a suceder,se mira una democracia con cada vez más ciudadanos participativos en las decisiones de gobierno.

Creo que tenemos un largo y doloroso camino por recorrer, pero con la esperanza bien puesta en un país con un futuro mejor para nuestros hijos.

Viva México!

 

 

 

 

«Que culpa tiene el niño»

No, no se trata de escribir sobre el fenómeno climático que afecta a nuestro planeta sino de una invitación a la diversión y entretenimiento, risas, sonrisas, festejos y …hasta ojitos llorosos! Dejemos de lado las obras maestras del séptimo arte y tomemos por asalto dos horas de nuestra existencia para fugarnos de la cotidianidad, ¿Gustan? ¡Yo sí!

 En el mar la vida es más sabrosa (creo que sobre todo para los citadinos) escenarios naturales de gran e inspiradora belleza para enamorados (y de la vida también). Hotel de lujo, una boda suntuosa, llena de jóvenes con ganas de divertirse y entre todos ellos y ellas, está Marú (Karla Souza) quien llega junto a dos de sus mejores amigas que destilan frivolidad y rabia por la felicidad de los novios por no estar conformes con lo que son y tienen. Después de todo Marú es una chica material…mente privilegiada pero «el prietito de su arroz» es que tiene ya cuatro años con su novio y ¡aún no le ha propuesto matrimonio! Entonces, ¿Por qué rayos tendría que ser partícipe de la felicidad ajena?

Así, ella y sus amigas despliegan sus frustraciones, como la mayoría de los ahí presentes, para formar parte de una noche loca cobijados por el alcohol y el sexo. Al día siguiente «amanece» después de medio día por supuesto, en uno de los cuartos del hotel, semidesnuda, con una copa entre sus dedos que se niega a soltar hasta que…se cae de la cama.

Por otro lado, aquella misma noche loca, dos jovenes Renato y su destrampado amigo, logran colarse al evento después de no ser reconocidos en la lista de invitados por el guardia de seguridad y ¡A gozar llama la vida! Chavos Nini´s hijos del pueblo (capitalino) con ganas de disfrutar del festejo y sí, hasta ahí llegaron las diferencias de clase, ¡todos quieren y pueden divertirse!

Sin embargo, la vida sigue su curso y nuestra bella como superficial protagonista descubre que está embarazada como «fruto» de aquella noche, y su primera reacción es impedir el nacimiento del ser que lleva en sus entrañas para continuar con su estilo de vida y por supuesto se informa en una clinica abortista -hay que decirlo- no sin sentir miedo por las consecuencias que podría tener para su salud, se entiende que el miedo es acerca de su salud física y hasta ahí. Pero, algo sucede y no se los diré y se decide a tener a su bebé.

Siguiente capítulo de la historia, ¿quién es el padre de su hijo? Vivimos en pleno boom de los smartphones y acude a sus amigas para buscar entre el montón de fotos que se tomaron «aquella noche» y que aparece Marú, besandose con un joven desconocido (Renato) y así, ella investiga hasta dar con el paradero del joven, apodado por cierto «El Rana».

Renato alias «El Rana » resulta ser un chavo que vive en un multifamiliar con su madre, una mujer muy simpática, no trabaja, estudia la prepa abierta y ¡Tiene 21 años! es decir, menor que nuestra chica quien le lleva 6 años. Habla con él y le informa de su estado y le considera corresponsable, a lo que El Rana después de digerir el asunto estalla en un inusitado sentimiento de paternidad.

Marú le propone matrimonio por conveniencia para calmar la ira de sus padres, especialmente de su papá (Jesús «El Choby» Ochoa) quien es  férreo y autoritario, cuya profesión es ser diputado, de aquellos que existian en tiempos pasados y que usted identificará plenamente. La Rana se emociona pero Marú «pinta su raya» y le recuerda que mas que esposos serán socios y …cada quien vivirá por su lado.

Efectivamente, esta es una cinta del género comedia-romántica, donde la historia gira alrededor del típico muchacho pobre y la chica de clase ecónomica alta quienes para llegar al final feliz tienen que pasar por varias situaciones adversas que los unirá más. La película, le dejará risas, sonrisas y si usted es muy sensible hasta le enjugará sus ojitos, aunque le prevengo que hay algunas escenas donde se sentirá más cómodo al saber que aún cuando está en un lugar público será en penumbras,  ya que para quienes tienen el sentido del pudor más desarrollado se verán sorprendidos en algunas ocasiones durante esta mexicana y divertida película.

«En busca del sentido» Víctor Frankl

Recuerdo ( y es que cuando ya se lleva más de media vida este verbo es recurrente por derecho propio) por allá a finales de los noventas tuve la oportunidad de leer el libro «El hombre en busca de sentido» de Víctor Frankl, donde el autor cuenta su experiencia como prisionero en algunos campos de concentración -y exterminio- nazis, además de ofrecer los conceptos básicos de la Logoterapia, corriente  psicoterapeutica fundada por él.

La lectura de esta obra me dió la oportunidad de conocer «de primera mano» el sufrimiento extremo a que se vieron sometidos millones de personas por causa de su origen étnico-religioso relatada por este superviviente quien una vez liberado enriquece sus conocimientos sobre el ser humano.

Así, un buen libro, es una historia bien contada que nos introduce a mundos hasta entonces desconocidos ó es como mirar a traves de una ventana cualquier tipo de acontecimiento sin que «arriesgue el pellejo» a lo que allá afuera sucede y que sin embargo me permite experimentar emociones, sentimientos, opiniones ¿y por qué no? aprendizaje.  Es algo así como experimentar el uso de realidades virtuales a traves de la imaginación y las emociones, esta vez son nuestro cuerpo, mente y espiritu los medios utilizados en lugar de aparatos tecnológicos.   

Aprender, es una palabra muy valiosa ya que de de ella depende el crecimiento personal y ¡hasta evitar el Alzheimer! Y las buenas historias podrían conducirnos precisamente al encuentro con el anhelo evolutivo de nuestra humanidad, de ir más allá del punto de partida de donde y cómo nos tocó vivir. Y volviendo al tema hubo una frase de este maravilloso libro que se me grabó, cuando el autor preguntaba a algunos de sus pacientes (que llegaban agobiados y desesperanzados) ¿Por qué no se suicida usted? Esta pregunta que de entrada se escucha cruel para alguien que solicita el auxilio de un Psiquiatra, da indicios de su postura ante el sufrimiento humano.  

 Así, la experiencia del médico de origen judío y de nacionalidad Austríaca, expone los terribles sufrimientos que tuvo que pasar al igual que sus compañeros en los campos de exterminio nazis. Como por ejemplo, de inicio se les quitaban todas sus pertenencias, se les separaban de sus seres queridos, les tatuaban un número y ya jamás se les llamó por sus nombres. Normalmente eran maltratados sin piedad, día con día, vistiendo trajes a rayas sucios y raídos, con zapatos muy gastados ó improvisados. Quienes podían trabajar, eran explotados con largas jornadas y asediados por los guardias de turno que casi siempre se portaban con extrema crueldad, además expuestos a las inclemencias del tiempo. La comida, ¡Ah, la comida!  sopas aguadas y mendrugos de pan. No disponer de agua caliente durante los fríos inviernos alemanes, dormir hacinados en galerones entre malos olores, ser testigo de como muchos de sus compañeros se derrumbaban debido a las condiciones extremas, la incertidumbre de si algún día serán liberados, a la falta de esperanza, a las ganas de dejarse morir.

Y ante todo este infortunio, ¿que nos dice Víctor Frankl?

De verdad pareciera un chiste cruel, pero lo que él descubrió y elaboró a partir de  la conducta propia y de quienes le rodearon en aquel laboratorio habría que decirlo, diabolico, me resultan sorprendentes. Y es que en lo personal  he sido testigo de situaciones adversas en las que llegaba a considerar que estas serian transitorias, como si de una tormenta se tratara en las que bastaría que pasara el tiempo para que todo volviese a la normalidad. Y  aquí cito a Víctor Frankl «…se podría afirmar que buena parte de los prisioneros del campo de concentración creyeron que en esas circunstancias el destino les liberaba de la tarea de la autorrealización cuando en realidad allí se les ofrecía una oportunidad y un desafío. Cada uno podía convertir esa tremenda experiencia en una victoria, transformar su vida en un triunfo interior; o bien, desdeñando el reto, limitarse a vegetar, tal y como lo hicieron la mayoría de los prisioneros». Es duro que nos digan esto a quienes hemos pasado, insisto, por situaciones complicadas ya  que está más a la mano  llegar a creer que las circunstancias son las que mandan y no nuestra capacidad para responder.

Así, cuando por momentos me daba cuenta de que la situación adversa por la que atravesaba no tenía nada de provisional, entonces es que queria desistir, de abandonar la lucha y es que al no tener claro un por qué lo suficientemente fuerte para asirme a la vida, al confundir fantasias con metas realistas que por supuesto nunca se concretaron me embargaba el desaliento, la desesperanza. Y vuelvo al texto del autor «Ya advertimos en páginas anteriores que cualquier intento por restablecer la fortaleza interior de los reclusos, bajo las drámaticas  condiciones de un campo de concentración, debe comenzar por acertar en proponerle una meta futura, un objetivo concreto que dé sentido a su vida. Siempre que se presentaba la menor oportunidad, era preciso infundirles un por qué -un objetivo, una meta- a sus vidas, con el fin de endurecerles para soportar el terrible cómo de su existencia. ¡Pobre del que no percibiera algún sentido en sus vida, alguna meta, alguna intencionalidad y, por tanto, ninguna finalidad para vivirla: ¡ése estaba perdido!

Entonces, he ahí la propuesta fundamental de este autor para buscar y encontrar los motivos para vivir más allá de lo biologico, ¡Es increíble  el potencial que todos poseemos para superar adversidades y ganar terreno a la felicidad! Les invito a leer esta obra del Sr. Víctor Frankl, ojalá esta probadita les anime.

 

«Solace» ó «En la mente de un asesino»

El cine para las parejas, el cine para las familias, los amigos y hasta para los singles, es una maravilla! Al entrar a la sala, se apagan las luces y quedamos frente a la pantalla que nos contará una historia interesante.

Así fue que el día de ayer sábado elegí mirar una película que en principio no me había llamado la atención y que después en base a la recomendación de una persona que admiro y estimo decidi verla. Ciertamente una cinta que mantuvo mi interés al explorar un tema poco común (al menos en mi historial de cinéfilo) en cintas policiacas, donde un médico de la tercera edad, en plena madurez y lucidez y además con poderes psiquícos, en este caso, de ver hacia el pasado y el futuro cuando toca un objeto ó persona.

El personaje se llama John Clancy (Anthony Hopkins) quien se ha recluido voluntariamente en una casa de campo trás haber perdido a su hija única víctima de leucemia. Sin embargo, y muy a su pesar (como suele pasar cuando alguien en depresión es invitado a salir de si mismo) recibe la visita de un gran amigo que se atreve a pedirle su valiosa colaboración para resolver un caso complejo de un asesino serial que «trabaja» con pulcritud sin dejar pistas. Este investigador del FBI (Jeffrey Dean Morgan) sabe de las cualidades de Mr. Clancy pues en el pasado ya había ayudado a resolver casos difíciles a la corporación.

Los crímenes del asesino serial tienen una característica en común, mata «piadosamente» sin provocar más sufrimiento a sus víctimas. Ya una vez decidido a ayudar a su amigo, el médico vidente se involucra en la investigación, no sin antes ser cuestionado por la compañera de trabajo del investigador (Abie Cornish) quien argumenta que duda de los métodos de Mr. Clancy por no ser cientificos. Pero Mr. Clancy es un hombre con una sólida formación científica que vive (nadie se lo cuenta) una intuición e imaginación que le fué dada en un formato de lujo como el mismo lo afirma.

Pronto descubre que existe un patrón en las víctimas del asesino serial, todas tenían una enfermedad terminal declarada o en gestación. También, nuestro hombre (Anthony Hopkins) descubre que no está frente a un asesino común, no, este asesino es un psíquico quizás mejor que él pues en el proceso se da cuenta que le lleva la delantera.

Esta cinta tiene suspenso, acción (entendida por ejemplo en persecuciones alucinantes de autos y disparos de armas de fuego) que generan tensión en el espectador pero también interés por conocer el desenlace.

La parte culmen de la película sucede cuando ambos psíquicos, criminal y médico, tienen un encuentro «cara a cara» y aprovecha para dar una explicación de una especie de «los motivos del lobo» con lo cual pretende justificar sus crímenes.

El refinado e inteligente asesino (Colin Farrell) es acusado por nuestro médico como quien se atribuye la calidad de Dios sin derecho alguno ya que el sufrimiento en un momento dado, puede ser una experiencia hermosa a la que tiene derecho el paciente terminal.

Así es, el tema de la Eutanasia en escena, ¿Provocar la muerte rápida y con un mínimo de dolor del paciente terminal? ó dejarle vivir hasta que el cuerpo diga ya basta.

En un «cara a cara» de la lucha del cuerpo humano por sobrevivir versus una mente y un espiritu doblegados por dolores insoportables ¿Es lícito intervenir en esa lucha sin piedad para acabar de una vez por todas con el sufrimiento del paciente terminal?

Al final de la historia parece que los buenos ganan, no sin antes sembrar intencionadamente la inquietud con un flahback de nuestro médico presente en los últimos momentos de la vida de su bella hija en el cuarto de hospital donde estaba internada.

Interesante historia que vale el boleto pagado por ella (y por las palomitas) y por ver a un Anthony Hopkins en su excelsa madurez, un consagrado del templo Hollywoodense que nos emociona y regala solaz esparcimiento.

Aprender a leer y escribir

Aprender a leer y escribir a los 55 años de edad requiere de un gran deseo y disciplina y no me refiero a ser alfabetizado que para ello ya tuve 12 años de escuela y un poco más, sino a considerarme seriamente un lector de libros y con ello tener una mente mejor capacitada para escribir lo que me de la gana.

La vida diaria con sus adversidades que siempre están al paso y las alegrías que aún experimentandolas en ocasiones tenemos que aprender, también, a redescubrirlas como justo homenaje a una vida que también es amable y bondadosa. En lo personal, hace muchos años que he pensado que los obstaculos que me ha puesto la vida interfieren con mis mejores propósitos de avanzar en el tema. Tratando de ser sincero conmigo mismo (y no es nada fácil, con una formación que ha dado más importancia a la simulación que a la autenticidad) creo que asumir compromisos de crecimiento con las mejores intenciones no me han bastado para llegar a puerto seguro, es decir, a convertirme en un lector aventajado y practicante  habitual de la escritura.

Está escribiendo un ser humano que a su edad en ocasiones se siente cansado de continuar la lucha de cada día, pero donde las gafas que utiliza no sólo son oscuras, sino también de color rosa. Despertar a un nuevo amanecer sigue siendo motivante, aunque no sea todos los días, esa taza de café, mirar aquella pantalla luminosa con un mundo de contenidos de los cuales tómo lo que quiero buscando satisfacciones y encontrar una vez más el rico sabor de estar vivo. Leer noticias en el periodico y enfrentarme a un abanico de emociones sin prisas, sintiendome el dueño de mi tiempo. El abrazar a mi madre cada mañana que se levanta y sentir la energía fabulosa de ese contacto no sólo físico, sino total.

Pero resulta que también, la realidad se encarga de retarme con sus exigencias por una parte y recordarme mis carencias en cualquier orden (físico, espiritual, mental, económico, social y hasta político) y es ahí donde se me forma ese «cuello de botella» existencial, ¿Me estoy quedando rezagado, sin la preparación suficiente para enfrentarme con mi realidad? ¿Si mi problema es que me he quedado atrás, que no he podido llegar al siguiente nivel, creo en poder hacerlo si me lo propongo o vivo derrotado?

Volver a creer que tengo un potencial que puedo desarrollar, que puedo aprender y vivir cosas nuevas suena mágico y sanador. Conozco amigos que  no se preocupan por este tema pues ellos con la misma edad que yo, estudian una nueva carrera o siguen superandose en la que eligieron y les veo ágiles de mente, satisfechos, felices, lo cual me parece admirable. Por supuesto este es el camino que me marca la vida, el punto es que tengo que volver a aprender a leer y escribir mi andar por la vida literal y figuradamente.

En fin, regresar a las buenas intenciones para mejorar es lo de menos, ya soy todo un experto, iniciar un nuevo camino, dar no sólo el primer paso, los primeros pasos y experimentar las caídas y perseverar.

Yo sólo quería escribir un poquito sobre mi hambre y sed de leer y escribir habitualmente, de tener la disciplina que hasta hoy carezco pero advierto que estoy tratando en como conducir mi vida mejor, venciendo los temores arraigados en mi mente, que si por la edad, que si por la enfermedad, que si el temperamento, que si mi historia personal etc.

Aceptación es una bonita palabra para iniciar un proceso de cambio, total, como dijo alguien por ahí, el ser humano es el único animal que puede soñar con las estrellas y ¿por qué no? alcanzarlas.

Día mundial de la salud mental 2015

El tema de la salud mental me acompañara por el resto de mi vida aunque a veces pretenda vivir como si no existiese. Claro! Se puede mirar positiva o negativamente y seguramente de ambas maneras con el predominio de una de ellas y así se escribe un destino, se «fabrica» una vida de mera subsistencia o una con un fuerte olor a felicidad.

Hace tres años exactamente, escribí una narración con motivo del día mundial de la salud mental, acerca de lo que he considerado el origen de mi desequilibrio mental, «ella» la muchacha que idealize y que pretendi arrebatar al mundo de la imaginación para «obligarla» a vivir conmigo. Bien, diríase que resolví el acertijo de mi situación pero, que va! Entenderme solo en ese contexto es alimentar un victimismo que no me ayuda a evolucionar, a realmente abrirme a la vida de las grandes oportunidades. Y es que si, efectivamente, es muy complicado superar el sentimiento de sentirme una víctima de las circunstancias, después de todo, «hay mucha tela de donde cortar» y exige el esfuerzo de siempre.

Superarme o reinventarme es posible? O solo está reservado para las personas mentalmente sanas? Conozco muchas personas normales que no han sido capaces de dar el gran salto en sus vidas con esa filosofía del «Así soy y que». Entonces, si esto es una equivocación pues me queda claro que el mundo de las personas mentalmente sanas se reduce drásticamente y también que las personas enfermas se dividen en aquellas que reciben tratamiento psiquiátrico y aquellas que no se atreven.

Sé que para nadie es fácil vivir la vida, así que si «los ricos también lloran» las personas saludables también enfrentan grandes adversidades  y muchas de ellas han aceptado la necesidad de acudir con un psicólogo o psiquiatra pasando por encima de los prejuicios.

No acostumbro verme al espejo excepto para peinarme, es más fácil mirar al otro que mirarse a uno mismo y así puede pasarnos la vida sin detenernos a ocuparnos de nuestro interior nos guste o no nos guste. Atender nuestra salud integral, mejorar nuestra calidad de vida en un mundo más informado creo que nos obliga ha tomar nuevas desiciones y realizar más esfuerzos.

Al final lo que quiero compartir es la idea de lo delicado que es tratar con la compleja relación salud-enfermedad con la cual todos tenemos que enfrentarnos en el día a día.

Así, buscar la ayuda necesaria, cuando existe un buen nivel de amor propio, es de sentido común pero cuando ese nivel está por debajo el tema se vuelve no manejable y es cuando la familia, los amigos, tenemos que estar alertas para ayudar al caído.

En este tono personalista quiero poner mi granito de arena para recordar el día 10 de octubre como el día mundial de la salud mental.

Brasil 2014

El mundial de Brasil 2014 ha dado mucho de que hablar (y escribir) ya  que no en balde es el evento deportivo más visto por los habitantes de éste planeta, aún por encima de los juegos olímpicos o el Superbowl. Creo que ya he comentado que he participado como seguidor de cada mundial de fútbol a partir de México ’70 y es que ya contaba con diez años de edad y también podiamos disfrutar del último avance tecnólogico para el entretenimiento como lo era ya la televisión, por supuesto en blanco y negro ya que una de color no estaba en el presupuesto familiar.
Mi padre y un tío (hermano de mi padre) nos llevaban desde pequeños a mi hermanos y primos a verlos jugar su deporte preferido en los estadios de nuestra ciudad de Hermosillo, la mayoría de los cuales eran canchas de tierra por lo que verlos jugar en el estadio Castro Servín de nuestra Universidad de Sonora, significaba mirar a los equipos sobre un hermoso campo de césped verde y además con gradas de concreto y techadas. Y también cuando en vacaciones nos llevaban muy temprano a los entrenamientos, larga se me hacía la noche para que llegara el amanecer e irnos en bola sobre los pick-up´s. Crecí viendo a mi Padre enterarse de las noticias futboleras con el ESTO un diario deportivo que llegaba del D.F. a la librería de la ciudad, llamada «Librolandia» y por supuesto también me aficioné a aquellas lecturas que hasta el día de hoy me siguen interesando.
 
No recuerdo bien a bien, el formato de los programas televisivos de aquél 1970 pero desde entonces me di cuenta que el fútbol era algo más que «correr detrás de una pelota» como decían algunas personas de la tercera edad que no entendían que importancia podría tener dicho juego.
Si, por supuesto que el marketing ya existía, por ejemplo, en el tiempo previo a dicho mundial, salió a la venta un álbum para llenar con todos los jugadores de cada equipo que jugaría en el mundial de México ’70, las famosas «cartitas». Ir llenando poco a poco el álbum con las cartitas de los jugadores significaba una emoción fabulosa. Ahí conocí nombres de países que jamás había escuchado, por ejemplo, el de Zaire y mirar las fotos con sus jugadores de distintos matices en el color negro de su piel…¡estaba gratamente sorprendido!  El fútbol, el «deporte de las patadas» como también se le nombraba con cierto desprecio, resultó ser una poderosa palanca para impulsar la cultura y el acercamiento entre los diferentes países de lo que después se definiría como «Aldea global» un ideal no sólo en cuanto a cantidades de información que hoy por hoy podemos recibir  a través de las TIC, sino sobre todo, un ideal para un mundo hermanado.
Como televidente de los mundiales uno de los grandes «filones de oro» que me han enriquecido es el conocer desde las pantallas los atractivos de los países anfitriones (de las miserias se encargan hoy por hoy, las redes sociales, que muestran una imagen más diversa, como es ahora en el caso de Brasil) la gente con expresiones diferentes, lugares increíblemente bellos, en fin. Sin embargo, y estoy hablando de la televisión abierta, lo que no me gusta es la participación de personajes simplones que no aportan al interés de todo un país como es nuestro México, que quiere y debe disfrutar pero también aprender valores, creo que es un desperdicio en estos eventos que congregan a multitudes se utilicen, insisto, a algunos personajes supuestamente cómicos que mas que hacerme reír me resultan molestos.
 
 
A raíz de la derrota de nuestro equipo ante Holanda en todas las redes sociales se han popularizado hasta el hartazgo los llamados «memes» con el jugador que provocó el penal que a la postre significó la derrota del Tri. La aerolínea Holandesa KLM publicó en su sitio de  twitter la leyenda «Adiós amigos» y uno de nuestros más reconocidos actores Gael García les reclamó con un insulto y asegurandoles que jamás volvería a volar en esa aerolínea.
Entonces ¿Que nos pasa? No reconocemos nuestras derrotas y además perdemos el sentido del humor…creo que así nunca llegaremos lejos.
Así las cosas, el futbol para mi es un juego bonito, que entretiene y alegra el corazón y también una oportunidad de vivir cada cuatro años ese festín llamado con propiedad, el mundial. Pero, quizás, el futbol dista mucho de ser «solo un juego» para tratar de calmar nuestras pasiones. Es una actividad humana que como muchas otras permite que afloren -como tulipanes- lo mejor y lo peor de cada quien, de cada pueblo y precisamente por ello, tomar nota -ser conscientes- donde estamos y adonde queremos llegar.
 
Y mientras son peras o son manzanas ó esperamos que nos «caiga el maná del cielo»  el compromiso para ganar los partidos de nuestras vidas es con uno mismo, con nuestro entorno y no quedarnos al final del día, rezando… «No era penal».
 
¡Viva México!
 
 

Escribir y Alice Munro

Una de las certezas que tengo al momento de escribir y que paradojicamente en ocasiones no me atrevo a asumir, consiste en que si quiero, puedo hacerlo, basta con «agarrar» una idea, una noticia, una anécdota, un personaje y mi mente empieza a vislumbrar caminos entre correciones e ideas que llegan para quedarse y otras que se van pero sirven de apoyo en su paso «tachoneado» por los renglones de mi cuaderno o en las líneas virtuales de mi laptop.

Tengo varios años queriendo escribir un libro acerca de la relación con mi enfermedad y aunque ya tengo varias páginas escritas (poco más de cien) el modo de narrar requiere de más trabajo con la memoria por un lado, con el estilo por el otro.

Hace cerca de dos años, tuve una de esas ya, escasas reuniones con un conocido cajemense de nuestra época universitaria, en conocido restaurant del búho y cuando me preguntó por mi proyecto del libro, me excusé diciendo que mis problemas personales y de mi entorno no me lo permitian. Le dije que me pasaban «muchas cosas» a lo que él respondió con un tono de cierta ternura «entre más cosas te pasen, más temas tendrás para ecribir» a lo que asentí como estando de acuerdo, aunque dentro de mi, me pareció casi una ofensa a mi «sufrida vida» pero también pensé de acuerdo a su lógica y me dije …»las personas con cierta experiencia saben dar consejos útiles«.

En fin, esto de escribir cómo cualquier actividad humana, requiere, como dice la conocida frase, más transpiración que inspiración. Creo que ésta última, desde mi modesta experiencia como narrador no es que se esconda o huya, más bien hay que buscarla …y siempre se deja encontrar.

Y es que mi conocido cajemense quizás tiene razón, aunque creo que vivir en constante agitación al grado de ser paciente psiquiátrico y requerir fármacos, la cotidianidad del mundo interior que «se agita» una y otra vez en su contacto con el entorno y con uno mismo, es altamente distorsionador, lo que muchas veces impide que un material extraordinario para compartir, en este caso, por medio de la palabra escrita, no sea sostenible en el tiempo. Escribir se vuelve una actividad que me ayuda a experimentar algunas rachas con buenos niveles de cordura después de un día, una semana, años, ¡décadas! en las que desde que me levanto de la cama, hasta que vuelvo a ella, paso por oasis que ayudan a resistir lo que en sentido estricto, debería ser que me ayuden a no tomar caminos desiertos que pueden llevar a la locura y hasta la misma muerte…aún en vida.

A propósito dei tema de escribir desde la cotidianidad, éste pasado jueves se reveló el nombre de la ganadora al premio Nobel de literatura 2013, la Canadiense (primera de su país) Alice Munro, «cuya obra se rige por experiencias de la vida cotidiana», además, comenta el sitio http://www.reporteindigo.com del día 12/10/2013 la Academia Sueca la considera «una maestra del relato breve contemporáneo, una de las razones por las que se otorgó el premio». «…reservada,simpática y con el mejor sentido del humor, ésta ama de casa-escritora no sólo ha sido elogiada por su tratamiento simple y cotidiano de las relaciones humanas complejas, sino que derrotó en la contienda a Haruki Murakami, el escritor japonés que todo mundo está leyendo…»

Por supuesto que la Sra. Alice no es ninguna improvisada, ella empezó a escribir desde niña y tuvo la oportunidad y la actitud de seguir escribiendo a pesar de abandonar sus estudios de Periodismo y Filología para casarse, tener hijos y ser, pues, toda una ama de casa y encima escritora.

Y si queremos tomar una enseñanza de ella, que tal vez no lo pretenda dada su sencillez, yo elijo el hecho de saber conservar y aún acrecentar su pasión por escribir en medio de la agitada vida familiar, la cual quizás le resultó mas o menos armoniosa, con la paz suficiente y necesaria para regalarse tiempo a si misma.

Simpatía, sentido del humor, sencillez, a la gran distancia de la persona de Alice Munro, esas cualidades que se le atribuyen en los medios, me habla de una persona mejor equilibrada, que, como buena ama de casa, ha sabido «hacer mucho de lo poco», es decir, ofrecer desde el altar de su vida cotidiana un regalo al mundo.

Bien, inicié con algo de mi experiencia y termino refiriendome a una persona que es ejemplar. Esa clase de personajes que lo simple lo convierten en grandeza, me resultan fascinantes, pues es el reflejo fiel de la dignidad de cada ser humano.

Del transporte urbano y las altas temperaturas

El transporte urbano de nuestra ciudad de Hermosillo está en una transición muy interesante donde finalmente nosotros los usuarios estamos disfrutando de un mejor servicio, Nótese que no digo «El mejor servicio».

La jugada de jaque de parte del administrador de las concesiones de transporte urbano, en representación del pueblo sonorense, es decir, el Gobierno del Estado, consistió en introducir 150 camiones nuevos equipados con aire acondicionado para coadyuvar a regularizar los horarios de las corridas de las diferentes rutas que recorren la ciudad. Y es que había llegado el tiempo de las altas temperaturas (sobre los cuarenta grados celsius) y con ellas los tiempos de espera en muchas rutas estaban en el orden de media hora hasta poco más de la hora. Increíble la falta de sensibilidad hacia el sufrimiento de nosotros los usuarios.

Hace más o menos dos meses leí y escuché la gran noticia que Hermosillo es una de las mejores ciudades en México para vivir. Con todo respeto yo no sabía si reír o llorar cada vez que tenía que subir, por ejemplo, a un camión de la ruta 3 totalmente «destartalados» ruidosos y con un calor infernal, además de perder tiempo valioso por las esperas prolongadas que nada tenian que ver con una ciudad de primera categoría.

Los estira y afloja entre los jugadores con autoridad y poder como lo son el Gobierno del Estado y la empresa Sicthusa han sido intensos, el primero como administrador de las concesiones de transporte urbano y el segundo como operador del mismo al parecer han llegado a acuerdos muy importantes para de una vez por todas dignificar el servicio de transporte urbano y con ello resolver un demasiado añejo reclamo ciudadano.

La promesa de que en cuatro meses circularán 400 nuevos camiones es una gran noticia y hago votos porque las negociaciones aterrizen exitosamente en un ganar-ganar.

Nosotros, los usuarios siento que estamos poco ciudadanizados, justificados por nuestras ocupaciones del día a día para sobrevivir, es mi inquietud ser más que un espectador resignado o quejumbroso, de pocas o nulas acciones.

La actual administración estatal es la primera en la historia politica de nuestro estado que es representada por un Partido distinto, el PAN (Partido Acción Nacional) y por supuesto esto ha generado el descontento del hasta hace poco Partido en el poder, el PRI (Partido Revolucionario Institucional). Es muy comentado, leido, visto y sentido los grandes retos y tensiones que ha tenido que enfrentar el gobierno de Padrés Elías (actual gobernador del estado) sin embargo, en lo personal mi percepción sobre su personalidad es que es un hombre noble que quiere mejorar las condiciones de vida de los Sonorenses. Y en el caso particular del transporte urbano ha significado uno de sus frentes con fuertes resistencias al cambio y lo que me llama la atención es que después de cinco años de gobierno «no quita el dedo del renglón» para modernizar este rubro.

Entiendo que su gobierno ha tenido deficiencias (¿donde está el gobierno perfecto?) pero los esfuerzos y logros contracorriente son evidentes: El acueducto Independencia, pasajes gratuitos para estudiantes, uniformes gratuitos, economía con altas tasas de crecimiento, por ejemplo. Así es, desde luego soy simpatizante de éste gobierno y del Partido Acción Nacional por el cual he votado desde el 2000 y sé que aún hay un largo camino por recorrer para consolidar altos estandares de vida para todos los Sonorenses.

Mientras tanto, quienes tomamos dos, tres o más camiones al día para transportarnos en medio de un clima hostil que sobrepasa los cuarenta grados nos sentimos mejor al tener el poder de elegir camiones con aire acondicionado y con mejores tiempos para llegar a nuestros trabajos y hogares. Siento que estamos con las reservas del caso pues «la burra no era arizca…» pero con una esperanza que, atención, no se debe diluir en una simple espera sino transformarse en actitudes participativas. Amén.