El tema de la salud mental me acompañara por el resto de mi vida aunque a veces pretenda vivir como si no existiese. Claro! Se puede mirar positiva o negativamente y seguramente de ambas maneras con el predominio de una de ellas y así se escribe un destino, se «fabrica» una vida de mera subsistencia o una con un fuerte olor a felicidad.

Hace tres años exactamente, escribí una narración con motivo del día mundial de la salud mental, acerca de lo que he considerado el origen de mi desequilibrio mental, «ella» la muchacha que idealize y que pretendi arrebatar al mundo de la imaginación para «obligarla» a vivir conmigo. Bien, diríase que resolví el acertijo de mi situación pero, que va! Entenderme solo en ese contexto es alimentar un victimismo que no me ayuda a evolucionar, a realmente abrirme a la vida de las grandes oportunidades. Y es que si, efectivamente, es muy complicado superar el sentimiento de sentirme una víctima de las circunstancias, después de todo, «hay mucha tela de donde cortar» y exige el esfuerzo de siempre.

Superarme o reinventarme es posible? O solo está reservado para las personas mentalmente sanas? Conozco muchas personas normales que no han sido capaces de dar el gran salto en sus vidas con esa filosofía del «Así soy y que». Entonces, si esto es una equivocación pues me queda claro que el mundo de las personas mentalmente sanas se reduce drásticamente y también que las personas enfermas se dividen en aquellas que reciben tratamiento psiquiátrico y aquellas que no se atreven.

Sé que para nadie es fácil vivir la vida, así que si «los ricos también lloran» las personas saludables también enfrentan grandes adversidades  y muchas de ellas han aceptado la necesidad de acudir con un psicólogo o psiquiatra pasando por encima de los prejuicios.

No acostumbro verme al espejo excepto para peinarme, es más fácil mirar al otro que mirarse a uno mismo y así puede pasarnos la vida sin detenernos a ocuparnos de nuestro interior nos guste o no nos guste. Atender nuestra salud integral, mejorar nuestra calidad de vida en un mundo más informado creo que nos obliga ha tomar nuevas desiciones y realizar más esfuerzos.

Al final lo que quiero compartir es la idea de lo delicado que es tratar con la compleja relación salud-enfermedad con la cual todos tenemos que enfrentarnos en el día a día.

Así, buscar la ayuda necesaria, cuando existe un buen nivel de amor propio, es de sentido común pero cuando ese nivel está por debajo el tema se vuelve no manejable y es cuando la familia, los amigos, tenemos que estar alertas para ayudar al caído.

En este tono personalista quiero poner mi granito de arena para recordar el día 10 de octubre como el día mundial de la salud mental.

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