Dos guerreros

Por allá a finales de los sesentas cuando ya tenía conciencia de lo que veía y escuchaba a través de los medios de comunicación como la tv, periodicos y la radio, el tema de los deportes era de mis preferidos ya que en mi familia ocupaba un lugar importante, siendo mi padre y un tío muy cercano apasionados del futbol soccer y además lo jugaban en la liga de primera fuerza de Hermosillo, en el equipo San Francisco que por cierto lo dirigía el reconocido Dr. Tamayo.

Pero en ésta ocasión quiero referirme a una figura del deporte mexicano de otra disciplina, el Box, y es que si todos los caminos llevan a Roma, el gusto por el futbol nos llevaba a la afición por otras disciplinas acompañadas ¡claro está! por los medios informativos, especialmente por el diario deportivo «El Esto» el cual no faltaba en casa cada semana..

¿Quién de mi generación no disfrutó de las excelentes peleas del Cubano- Mexicano José Ángel «mantequilla» Nápoles? Llegó a ser campeón de peso welter para alegría de buena parte del país de aquel entonces, a quien admirabamos por la televisión a traves de Tele sistema Mexicano hoy la actual Televisa.

Hoy por hoy, cuenta con 73 años de edad y vive -no lo sabía- en Cd. Juárez, Chihuahua. En ésta semana se destacó en la prensa que se le internó en un hospital de dicha ciudad por Anorexia y Depresión. Hurgando un poco más me enteré de que también padece de Diabetes y Demencia senil y aunque se afirmó que en unos días sería dado de alta, me pregunto si tendrá familiares que vean por él ó dependera de algún asilo. El buen «mantequilla» Nápoles vivió la fama y todos los placeres que la vida puede ofrecer y que cada cual tomamos de ella según nuestra formación y valores.

Ya es muy conocida la historia de los boxeadores de la época, quienes al vivir en la abundancia, era lo mas normal gastarlo en fiestas, alcohol y mujeres. Seguramente muy difícil sustraerse a aquellas tentaciones que el medio las provocaban descaradamente.

Ora, no como contraparte, sino cómo una expresión de nuestra diversidad humana, también se ha destacado en los medios de comunicación el delicado estado de salud del Sr. Nelson Mandela.

Recuerdo cuando se hablaba y escribía sobre el apartheid en Sudáfrica, un caso singular a nivel mundial (al menos oficial) y que desde el seno de mi familia, a través de mi padre se me enseñó a repudiar. También hurgando en la Wikipedia acerca de Mandela, me enteró que nació un 18 de julio de 1918, por su trabajo en favor de los derechos civiles de su gente, estuvo prisionero por ¡27 años! cumpliendo una condena de por vida, sin embargo, después de negociaciones y de la presión internacional y de su propio país, es liberado en Febrero de 1990 y dicho muy rápidamente, obtuvo el premio Nobel de la paz en 1993, el cual compartió con el entonces presidente Sudafricano De Klerk, ya que juntos negociaron la democratización de la nueva Sudáfrica, eliminando oficialmente la vergonzosa politica del apartheid.

Ahora, ambos personajes, José Ángel y Nelson, muy distantes geograficamente y también en sus vocaciones y estilos de vida, por ejemplo, tienen en común que vivieron la fama, ése mundo mágico que tanto encandila a muchos y que suele llevar por caminos diferentes a quienes ilumina, como quimera o fuego eterno.

Nelson Mandela tiene su día internacional (a partir del 2009) el 18 de julio, en un intento de que su memoria quede en nuestras «ajetreadas» mentes, de su pasar por éste mundo luchando hasta la heroicidad por la dignidad de su gente. Ejemplo e inspiración para quienes lo permitamos, más allá del mero sentimiento y las palabras bonitas.

Nuestro «Mantequilla» Nápoles, a su nivel, también ha sido honrado con su ingreso al salón de la fama del boxeo internacional, a la distancia quedan en mi memoria aquella pelea en la que recuperó su cetro mundial, exclamando, al final de la misma, ¡mío, mío, mío! recuerdos de sus éxitos y fracasos, alegrías, dolor, todo un recorrido emocional que nos regaló a través, principalmente de la incipiente tv en blanco y negro ( y grises también). No sé si los jóvenes boxeadores conozcan su trayectoria, de ser así, quizás verán en él un ejemplo de lo que sueñan para sus vidas y lo que no también.

Ambos viven y vivirán como guerreros hasta el final de sus días, todos estamos condenados a vivir la lucha de cada día; dejar la cama, pisar el suelo, estar parados, atrevernos a caminar, estar en casa, salir a la calle, acallar la conciencia, protestar, luchar sólos, organizarse, vivir para uno mismo, amar, ser solidario, en fin.

José ángel y Nelson, dos estrellas para una parte del mundo, que están languideciendo y que después de hacer valer su condición de guerreros en las batallas que han elegido y otras que se les impusieron, las enfrentaron con bravura e inteligencia, dejan huella, motivan, inspiran, cada uno a su manera, el primero arriba del ring, ante un público que busca el entretenimiento y la gloria nacional y el segundo en la arena política, esa, la del auténtico bien común.

Dios nos bendice a todos, me lo imagino fascinado con los pequeños-grandes triunfos de nuestra humanidad, brillar donde estemos cada quien, es fuente de sus mejores alegrías.

 

Fiestas del Pitic 2013

En ésta ocasión (a diferencia de los dos primeros dias del evento) llégo acompañado de mi hermana y una amiga común. Mi hermana vive una discapacidad de nacimiento y llegó con gran entusiasmo a la presentación del Colombiano Carlos Vives. Llegamos en taxi a las 18:35 horas.

Al acercarnos los tres a los linderos de la plaza Alonso Vidal, miré hacia el frente del espacio reservado para el público con la idea de colocarnos allá, tal y como lo hicimos el año pasado en la presentación de Pablo Milanés, pero ésta vez no advertí como llegar pues los accesos se veian cerrados, aunque ¡Vaya! En realidad ya venía con la idea de que disfrutariamos del evento desde el lugar donde había estado el pasado jueves y viernes, ya que había una buena visibilidad, esto, un poco atrás de la gran ceiba que adorna la plaza.

El sol aún calentaba de más el ambiente, a las sillas metálicas de color gris y a los que nos atrevimos a llegar muy temprano para, desde un lugar apropiado disfrutar del vallenato de Vives. Sentí que mi hermana y nuestra amiga se extrañaron de que no las hubiera llevado al frente pero les comenté (con cierta ingenuidad) que desde el lugar donde estabamos se podría disfrutar bien del evento. Para las 19:15 horas las sillas ya estaban casi totalmente ocupadas, entonces, sucedió lo que no me esperaba, un grupo de personas empezó a mover los asientos frente a nosotros (y en otras áreas también) los cuales originalmente se habían acomodado para que la visibilidad fuese posible desde la última fila. El punto es que se invadieron espacios con sillas y personas paradas en los alrededores del tronco de la ceiba, la cual desde su tronco hacia unos metros de el, tiene una inclinación que queda por encima del nivel del resto de la plaza, así, quienes estabamos justo detrás de la ceiba y sus alrededores se nos obstruyó la visibilidad.

En casos como estos (¿y en cuales si funciona?) creo que la anarquía no sirve para nada, la necesidad de vigilacia se hizo patente por la falta de civilidad, cuando cada quien ve por su propia comodidad sin tomar en cuenta a los demás. Así, se generaron gritos de protesta y respuestas agresivas que sólo afectaron el buen ánimo de quienes ahí estabamos.

A las 20 horas inicia la música ambiental, algo de blues, que hizo bien a nuestro ánimo después de estar esperando hora y media en un lugar cada vez mas atestado de gente, con un calor sofocante, pues «no corria el aire» y si lo hubo, difícil de sentirlo debido al amontonamiento. Después de algunos empujones y pisotones por la cercanía excesiva del público, provocó el malestar de mi hermana y nuestra amiga quienes se estaban alterando, lo cual me preocupó. Está visto que en nuestra ciudad -gobierno y sociedad- hacemos esfuerzos por respetar a las personas con capacidades diferentes, para vivir mejor en nuestra casa común, pero, ¡ Cómo nos falta para construir una civilidad que mejore la calidad de nuestra convivencia!

La gente mira a la gente, somos a la vez que espectadores, parte del espectáculo, de hecho, somos los primeros en admirarnos y criticarnos en eventos como este, gente que se acaba de conocer y bromean para pasar el tiempo, a veces, sin importar la edad y el estatus. Para los hombres, mujeres bonitas, para las mujeres, los galanes y para quienes son de espiritu más abierto, el abanico de la belleza humana se amplia en admirar a los niños, a personas de la tercera edad, los movimientos, los gestos ¡siempre interesante!

Aunque también me di cuenta de dos chicas tipo «fresitas» que «pusieron cara de fuchi» cuando pasaron a su lado una mujer y sus tres hijos, gente sencilla, de barrio, pero que ni así se movieron como la mayoría del público, pues el vallenato de Carlos Vives estaba por aparecer en el escenario con todo su ritmo y alegría.

Por fin, el  momento ansiado llegó cuando las luces del escenario se encienden y aparece el maestro de ceremonias para, primeramente, presentar a las autoridades de la cultura municipal y después dar la bienvenida al Sr. Carlos Vives.

Algo «llenito» con mucho movimiento y su natural alegría Colombiana (uno de los países más felices del mundo, según estadísticas) aparece el artista mencionando que…»Las Villas del Pitic, significan en lengua Pima, lugar donde se unen los ríos, el Sonora y el San Miguel». Que nos lo recordara un hombre que viene de muy lejos me impresionó gratamente y creo que también a la mayor parte de la concurrencia.

Carlos Vives, será por su personalidad sencilla, caribeña, «guapachosa» y también, por supuesto, por su música «prendidamente» latinoamericana conectó rápidamente con el público, quienes ya eran «su» público. Y entre canción y canción, muchos empezamos a bailar en «un cuadrito», no había espacio para más, pero en cuanto a buen ánimo y entusiasmo nada nos detuvo. La gente se desbordaba en emociones cantando y bailando, letras y música a ritmo de la cumbia Colombiana.

Confluian sentimientos contradictorios, cierta molestia por el aglomeramiento y a veces falta de visibilidad, molestia que disminuia en la medida que nos dejabamos «prender» por el vallenato de Vives.

Cuántos pensariamos ¡bueno! si ya estamos aquí, hay que aprovechar el momento al máximo ¡Esa es la vida! ¿Qué no?


Dios guarde la alegría de sus hijos, que en esta ocasión se manifestó en la música y baile (elementos divinos) provocados por el Colombianito y sus amigos.

El arte, la cultura.

«El arte transforma», me encontré esta cita en un calendario que llegó a mi escritorio de trabajo sin desearlo. Estoy tratando de recordar cuando tuve mi primer encuentro con el arte y sí ¡cómo no! tendría como unos cinco años de edad cuando vestido de charro, me tocó bailar el «jarabe tapatío» un 20 de noviembre -día de fiesta nacional en todo México- ni más ni menos que en el estadio de beisbol de mi pueblo natal, recuerdo que al estar bailando me caí pero más pronto me levanté, el maestro de ceremonias entre preocupado y divertido me pregunta si me lastimé a lo que yo le respondí que no y…¡a seguir bailando!

Cambiando de tiempo y escenario, actualmente «Las fiestas del Pitic» con motivo del aniversario de la fundación de mi ciudad de Hermosillo, se han posicionado como un evento cultural-artístico cada vez más visitado, éste año, se llevó a cabo la undécima edición. Los primeros cuatro años me los perdí, por alguna razón no le hice caso a dichos eventos, y es que es fácil «dejarse enfrascar» por lo mismo de siempre y experimentar lo nuevo, pero una vez que lo logré, (¡vaya que si es un logro! Hay que vencer muchas resistencias, especialmente las mentales, las del mundo de la imaginación) soy uno de sus «más fieles devotos» ¡y miren que cada vez somos más! Por ejemplo en la Plaza Alonso Vidal han desfilado figuras internacionales como: Filippa Giordano, Pablo Milanés, Emma Shapplin, Carlos Vives, Lila Downs, entre otros.

Y para quienes gustamos de las letras, en «El callejón Velazco» – entre los palacios municipal y del estado- se presentan libros de autores sonorenses y del país. Ya no se diga los bailes con la orquesta del «Chino Medina» para quienes gustan de «mover el esqueleto». La oferta es cada vez más completa pues incluye obras de teatro, grupos de danza folclorica y por supuesto eventos para niños.

Bien, a lo que voy es que los Hermosillenses estamos sedientos del buen arte, concientes o no de ello, pues como le comentaba a una compañera de trabajo, el arte, la cultura, nos ayudan a armonizar nuestra interioridad, a sentirnos más cómodos con nosotros mismos ¡sólo hay que ver el rostro del espectador! ¡Se nos transfigura en alegría y admiración ante lo que captan nuestros sentidos, son momentos gozosamente iluminados!

Pero si el arte y la cultura van de la mano con la vida en abundacia, lamentablemente la otra cara de la moneda la podemos -tristemente- captar en los noticieros del día, donde la violencia intrafamiliar, por ejemplo,  cuenta sus caídos, física y psicologicamente con una vida convertida en infierno.

¡Pero bueno! de lo que se trata es de mirar nuestro presente con ganas de disfrutarlo, de sentirnos bien con lo que somos y hacemos, ¡es el ideal pues! ¿Que no somos perfectos y hay mucho camino por recorrer? Me queda claro que como personas tenemos poder para mejorarnos, pues nadie, ni el gobierno, ni el vecino, ¡ni Dios mismo! puede hacer la tarea que cada quien tenemos encomendada para aprender a brillar ahí, donde estemos y si es en grupos organizados dicho poder y brillo aumenta exponencialmente. 

Tener un encuentro con «lo cultural» no tiene por que ser aburrido, lo cual no significa que sea fácil, tenemos que ser más atrevidos para, por ejemplo, si no sabemos elegir un buen libro, pedir ayuda a alguien que pueda recomendarnos alguno, quizás funcione como con las buenas películas, normalmente las recomendadas por alguien que me conoce, son las mejores que he visto.

Los esfuerzos por llevar la cultura hasta los lugares más apartados tienen que formar parte permanente en la agenda de las politicas públicas, pero también a nivel personal tenemos que ser promotores de nuestro propio desarrollo humano y con nuestro ejemplo «seducir» a quienes nos rodean. ¡Qué importante es que los adultos aprendamos a valorar lo que en nuestro tiempo no tuvimos! Y no me refiero a cosas sino a actitudes y elementos que armonizen la personalidad de nuestros niños y jóvenes, como por ejemplo el sencillo acto de leer, de invitar a escuchar la música de la sinfónica del estado, de mirar buenas películas, obras de teatro.

Los eventos culturales, deportivos, de entretenimiento, cuando se miran «en vivo» tiene una magia que puede atrapar a muchos indiferentes, aún cuando hay plataformas en audio y video increíbles como el You Tube para acceder por ejemplo a la buena música, el «chiste» es que nos lleve al interés por disfrutar de todas las expresiones del arte en eventos «en directo» y no sólo virtuales.


Así, un reto para adultos con niños en casa, consiste en facilitarles el acceso a los diferentes eventos artísticos-culturales, ellos lo agradecerán en su momento y ustedes serán los primeros beneficiarios.


«El arte transforma» y entiendo que no es un evento automático, es un proceso, que nos llevará poco a poco a vivir más felices y por tanto a ser más humanos con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Sin duda una de las llaves que se nos ofrece para alcanzar una vida de mejor calidad.

Día del internet

Mi primera PC fué un regalo de mi hermano méxico-americano, quien la trajo desde el lejano medio-oeste de los EUA para poder comunicarnos, amén de disfrutar de otras funciones, con ésta maravillosa herramienta. Era de la marca -ya extinta- Compaq, y en ella experimenté las emociones que embargan a cualquier persona cuando tiene ante si, un excitante juguete nuevo. Esto fué por allá en Febrero del 2001 pero la conexión a internet fué algunas semanas después.

Han transcurrido doce años desde entonces y actualmente cuento con una lap-top y un smartphone, ambos con conexión a la red y con ello me sumo a los 45.1 millones de mexicanos que estamos en estado «on-line» hasta el 2012, un 10% más que en el 2011. Estas herramientas me otorgan la facilidad de poder estar mejor comunicado en cualquier momento, aunque claro que estar comunicado no tiene que ver tanto con poseer estas y otras  terminales electrónicas como con una capacidad de abrirme a la vida, tarea por cierto, a la que también solemos oponernos cuando «estar clavados» frente a las pantallas iluminadas nos resulta más atractivo y «seguro» que salir a la realidad.

En lo personal, insisto, me gusta relacionarme con la gente aún cuando tenga una tendencia a no hacerlo, ¡vaya! que no se me facilita por mi historia personal, mi temperamento y falta de más asertividad. Y sin embargo, trato a cada instante de salir al paso de quienes me rodean, trabajo arduo, pero escencial para vivir con más paz interior y por ende con una actitud más feliz.

La vida «Allá afuera» es muy difícil, pero allá está la vida, y más vale estropearse «afuera» que enfermarse por quedarse demasiado tiempo adentro, aislado, aunque esté en estado de on-line y sus maravillosos universos, ésta idea, por cierto, la tómo del Papa Francisco al cuestionar nuestro cristianismo.

Recuerdo que en su momento me impresionó el testimonio de un chavito chino el cual llegó a estar varios días conectado a su computadora, dejando de comer, de bañarse y mal dormir y sus padres tuvieron que internarlo en un centro de rehabilitación para adictos al internet. Y, ¿cuál era su comentario? El decía…»El internet es más interesante que la vida allá afuera».

Pero, ¡Vamos, querida internet! que no se trata de hacerte responsable de nuestros males, sino sobre todo de destacar que gracias a ti, puedo estar en comunicación especialmente con gente querida y amada que vive lejos, aunque también con gente que vive cerca pero que la cotidianidad no favorece el contacto interpersonal (aunque en realidad es más cuestión de querer) con la cual puedo compartir por ejemplo a través de una de tus hijas favoritas, el FaceBook; sentimierntos, felicitaciones, conocimientos, estados de ánimo, fotografías, videos y las clásicas frases sabias acompañadas de bellas imagenes ¡guau! ¡jamás me hubiera imaginado a alguien como tú que lograra tales proezas en bien de nuestra humanidad!

También se dice de ti, que ayudas a que las personas seamos más libres ya que  tienes el poder de convocar a multitudes para protestar y «tumbar» tiranos. Sin embargo, creo que nosotros nos hemos quedado pasos atrás de tí pues seguimos viviendo la violencia entre hermanos, ya sea por motivos religiosos, politicos, económicos, étnicos y demás locuras. Es importante que sigas promoviendo la educación, ya que ésta nos hace más auténticamente libres, a tener rumbo y no andar de confundidos, débiles y por tanto de manipulados por la vida.

El internet tiene alma, la cual se la proyectamos quienes hacemos uso de ella y la suma de todos los usuarios y quienes la desarrollan es lo que tenemos ahora. Poseer una red de redes libre de tiranías del tipo que sean, es un reto para todos los que luchan activamente para que  todos tengan su espacio, salvo las conductas que atenten contra los derechos humanos.

A pesar de que los humanos seguimos en una carrera absurda por la ambición del poder y el dinero, no dejas de ser un instrumento muy atractivo también para los hombres de buena voluntad sin importar las etiquetas, que luchan por la paz con justicia para todos.

Aunque ciertamente nos preocupa (y ocupa)  que los instrumentos que estamos inventando y perfeccionando pueda llevarnos a un mundo donde una minoría se aproveche de los avances cientificos y tecnologicos que te han parido en un día cómo hoy, y la mayoría vivamos como los leprosos de antes en guettos apartados de los beneficios que todos somos merecedores, pero que a falta de movimientos ciudadanos, solidarios, corremos el riesgo de «quedarnos chiflando en la loma».

Bien, así, con cierto sabor agridulce ¡muchas felcidades! ¡muchos años! que nos conviene, por estar tu destino unido al de nosotros, tus padres y todavía no suficientemente buenos educadores tuyos.

¡Así sea!

 

«Nosotros Los Nobles»

Para quienes nos sentimos buenas personas y procuramos crear un estilo de vida que nos satisfaga,ver una película donde se muestre las visicitudes de una familia monoparental (Padre y tres hijos mayores de edad) que inicia con un desórden y carencias no en lo material sino en los maravillosos valores que forjan una familia unida, generosa en los afectos que promueven el desarrollo de cada uno de sus miembros para que lleguen a ser libres y responsables, nos resulta, lo menos, una experiencia emotiva y gratificante.

Una historia con final feliz se vuelve como una ventana al mundo que no sólo  queremos vivir, sino también, justo es destacarlo, de construirlo en el día a día.

«Nosotros los Nobles» inicia con una mezcla de la arrogancia, pedantería, irresponsabilidad y «vida loca» de Javi, Bárbara y Cha los tres hijos de Germán Noble (Gonzalo Vega), un papá típico «bussinesman» (cuya traducción literal a nuestro idioma es ‘hombre ocupado’ como si los negocios fuesen lo único importante en la vida) y claro, viven juntos pero cada quien por su lado, Don Germán, no se entera de nada respecto de la vida de sus hijos hasta que…llega la gota que derramará el vaso de la rutina familiar.

Su hermosa hija Bárbara (Barbie para los íntimos), por supuesto una joven frívola y arrogante y «muy fresita» (en una de las escenas anda por el mercado de Abastos La Merced al cual visita por primera vez y exclama ¿qué es esto? ¡Parece Tailandia!) le avisa a su padre que se casará con su novio (diez años mayor) un tipo que no trabaja, un gigoló aparentemente encantador y educado pero para vivir a costillas de quien se déje seducir.

A sabiendas de la clase de persona que es el novio de su hija, Don Germán experimenta esa «sacudida de conciencia» que suele llevarnos a la pregunta de preguntas ¿De que trata la vida? entonces re-conoce que sus tres hijos viven «vacíos» en respuestas a la misma.

Ya anteriormente el asesor y mano derecha en su empresa le había advertido que sus hijos necesitaban «mano dura» hasta que al mostrarle los estados de cuenta onerosos de los tres chavos Don Germán se escandaliza aún más, recordando la máxima de «abuelo rico, padre millonario, hijos en la miseria» se decide por darles una lección para intentar salvar lo perdido.

Cuando su asesor le comentaba de la necesidad de «mano dura» para sus hijos, Don Germán los justificaba arguyendo que habían perdido a su madre de niños y por tanto con su actitud hacia ellos daba a entender que los chavos tenían el «derecho» de hacer con sus vidas lo que les viniera en gana (y con dinero regalado ¡claro!).

Así, idea un plan sencillo pero contundente, inventa una bancarrota de su empresa que, supuestamente llevaría a la cárcel a toda la familia, embargos en la residencia, viene la policía y se lleva todos los autos, los celulares suspendidos, tarjetas bancarias retenidas para finalmente «esconderse» en una vieja casa semiderruida en una colonia popular, la cual por cierto, era propiedad del abuelo, padre de Don Germán.

La vieja casona se insinúa como una metáfora de la vida familiar, la cual va a requerir reparaciones, inversión y para ello el Padre les dice a sus hijos que para sacarla adelante tendrán que hacer lo que nunca…¡trabajar!

En fin, una película muy divertida, provoca ese movimiento increíble de músculos faciales que desencadenan una sensación de felicidad en todo el cuerpo…la risa.Y puede llegar a lograr lo que muchas buenas historias si tenemos esa bondad palpitando en nuestro interior…el cuestionar nuestras propias vidas, pero ¡momento! no se preocupe sino es así, de cualquier manera pasará un rato agradable que la película tiene mucho más de lo poquito que le he comentado.

Por lo demás me quedo con un dogma de fé personal «La verdadera educación no la ofrece tanto la escuela como lo hace la familia»  Puede haber personas con altos grados de escolaridad pero no educados para vivir felices.

De cambios y adaptación…

Hace algunos meses inició la circulación de los nuevos camiones «verdes» de la línea de transportes urbanos No. 18   Esta fué la primera línea en implementar cambios por unidades que ya estaban «chocheando» a unidades nuevas y modernas que cumplan con los requisitos del programa BUS Sonora.

En cuanto a nosotros los usuarios estos cambios de unidades y de sistema de trabajo nos benefician además con horarios y corridas mas frecuentes que nos permitan trasladarnos con  más puntualidad y comodidad a nuestros destinos, especialmente, casa-trabajo-casa.

Quiero destacar que estas unidades nuevas también tienen un diseño diferente en sus interiores a lo que estabamos acostumbrados, por ejemplo:

El piso tiene rampas y escalones, hasta los pasamanos que además de ser los tradicionales tubos dispuestos de forma paralela al techo de la unidad, algunos traen «agarraderas». Otro tipo de camiones de la misma línea no traen ni el tubo ni las «agarraderas» pero si tienen en su lugar un espacio para guardar equipaje (elemento raro para un transporte urbano, al menos aquí en nuestra ciudad) y de cuyos bordes curvos puede uno sujetarse y si no pues están las «agarraderas» de cada asiento. Situación que complica al usuario el movimiento dentro del camión.

Así, cada quien aprendemos a movernos en dichos espacios diferentes según los vayamos utilizando hasta lograr adaptarnos.

En lo personal tomo camiones urbanos practicamente todos los días y observo entre divertido y preocupado como los usuarios y entre ellos yo mismo, nos movemos con cierta torpeza por lo menos quienes aún no nos hemos habituado a las características novedosas de dichas unidades.

El factor sorpresa siempre se presenta cuando somos partícipes de un cambio, generalmente con ciertas molestias que podrían ser de inicio ó con elementos reales que las provocan y que las podriamos «aterrizar» con una actitud de «cerrarnos» a lo diferente. Añorar lo de antes y hacer de las quejas malhumoradas un estilo de ser que no es saludable ni simpático.

Pero también las sorpresas que nos generan los cambios (y del tipo que sean) los podemos tomar con sentido del humor y entusiasmo porque percibimos que el saldo total es favorable. Sin perder el sentido de la crítica (el cual necesito desarrollar más), creo que los cambios son necesarios aún a costa de las costumbres de «toda la vida» (término muy socorrido pero para mi gusto muy acomodaticio) lo cual en el fondo no es correcto si volteamos a mirar las formas de vida de cada generación. Cada una de ellas hemos experimentado nuestra propia ruptura y la consiguiente adaptación a nuevas formas de vida, lo cual, por cierto, nos visualiza como una especie en evolución.

El caso de la modernización de nuestro transporte urbano que ya abarca varias líneas, con sus diseños diferentes (excepto las unidades «repotenciadas» que son las de antes) son un ejemplo en nuestra cotidianidad de como nos confronta la vida en toda su riqueza para evaluar nuestra capacidad de «liberarnos» y seguir construyendo nuestro bienestar como personas y como sociedad.

Serie del Caribe 2013

Serie del Caribe 2013

El estadio Sonora, ¡un lugar espectacular para jugar y disfrutar del beisbol! El pasado domingo 3 de febrero estuve con unos familiares en el tercer doble encuentro de las escuadras participantes. Llegamos antes de las 13 horas y nos retiramos después de las 22 horas. ¡Jamás creí vivir 10 horas en un estadio! Felicidades a todos quienes hicieron posible las nuevas instalaciones y la serie del caribe ’13 en nuestro querido Hermosillo, Sonora.

El «Teporochito»

El pasado 1 de Enero estaba en la parada de camiones del Hospital General del Estado y se me acerca un hombre con aspecto de indigente y aliento alcoholico, un «teporochito» como solemos referirnos a esta clase de personas con cierta consideración. Me pide para un pasaje y saco de mi bolsillo cinco pesos. Se queda sentado junto a mi, como tratando de hacer plática, repitiendo la palabra perdóname, perdóname (por que si que saben lo que hacen)  y después me ofrece dos o tres monedas como si fuese un niño que dá porque le nace y cómo queriendo congraciarse conmigo, sin embargo yo no tenía la menor intención de conversar con él, por las malas experiencias que he tenido con personas alcoholizadas. Por supuesto no le acepto las monedas. Entonces canta la estrofa de una canción que decía algo así como » Quisiera ser como tú que no tienes sangre en las venas».

Creo que detrás de mi acto caritativo quizás le impactó mi aparente indiferencia y seriedad,¡Qué sé yo! Tampoco voy a inventar una historia que no conozco de aquel pobre hombre. Lo que si, casi siempre me viene a la mente la confesión que me regaló  un «teporocho» por allá en los ochentas quien  me dijo  que había ingresado a esa vida por sentirse culpable por ciertas cosas que había hecho.

También he escuchado historias de vagabundos (creo que desde mi infancia no mencionaba esta palabra) que dejan sus vidas en las calles por la pérdida de un amor del cual ya no se recuperaron, vivir la vida «a la buena de Dios» mendigando ya no digo para un pasaje de camión urbano sino  hasta para comer y «donde reclinar la cabeza» cuando llega el cansancio para así, tratar de esconderse de sus propios recuerdos…una penitencia que al ciudadano común nos parece demasiado dura y difícil de entender. Y por supuesto me quedé pensando en la cancionsita del vagabundo…¿sería una indirecta para mí? (la paranoia exige su cuota). Y en legítima defensa propia me digo a mi mismo…¡tranquilo guapo! Que sueles escuchar los latidos de tu corazón con mucha frecuencia y «eso», tiene que ver con lo que corre por tus venas.

Bien, pues si que me devolvió moneditas en forma de letras que ya extrañaba escribir. 

 

Méxicano-Guadalupano

El pasado 11 de diciembre como a las 10 pm me decidí asistir a misa, después de varios meses de no hacerlo, con cierta emoción como quien regresa a un lugar donde encuentra una sensación de paz con tal medida que dificilmente se puede encontrar en otros lugares.

La celebración de la Virgen de Guadalupe en el catolicismo data ya de poco menos de 500 años de historia, donde nuestra mexicanidad tiene impregnado el olor Guadalupano, si, en lo personal, me basta con recordar mi niñez en mi pueblo natal, Benjamín Hill, Sonora, cuando, a pesar de que mis padres no asistían a misa con frecuencia, me tomaron para ser el ángelito que acompaña a la virgen y Juan Diego sobre un camión descubierto con motivo de una peregrinación por las calles del lugar. Sinceramente no tengo recuerdos del templo parroquial pero si de aquella experiencia de la que fui co-protagonista.

Unos pocos años más tarde, todavía en mi niñez, en el templo de La Sagrada Familia de mi barrio El Ranchito, asistí a dos o quizás tres velaciones a la Guadalupana, yo, que seguía sin asistir a misa dominical, a la chamacada nos atraían los fuegos artificiales que se encendían en los alrededores del templo, promovidos por un  buen Señor del lugar por que aseguraba que servian para atraer mas gente a la Iglesia, aún en contra de la voluntad del sacerdote…¡eran otros tiempos, pues! y sí que que daba resultados.

En mis treintas inicié una experiencia de vida parroquial muy intensa y salvadora, eso lo tengo muy claro. Y la figura de la Virgen de Guadalupe adornaba y embellecía día tras día (y hasta hoy es inamovible)  a la izquierda del altar de nuestra parroquia de la Sagrada Familia en el Ranchito.

Ella, fué testigo y compañera de mis esfuerzos, tormentos, gozos, alegrías, miedos, debilidades y fortalezas. Y si quisiera racionalizar por qué la figura de la virgen es algo más que una imagen cuyo rostro muestra unos ojitos tiernos y amorosos, simplemente diría que ella se me manifestó en el afecto de muchas personas de la comunidad y fuera de ella que también se han inspirado con su belleza que ha hecho historia, poesía, enseñanzas, vida cotidiana…vida más viva, si me permiten el juego de palabras.

En fin, en lo personal no me considero Guadalupano de «hueso colorado» y a veces hasta me desentiendo de ella, pero, siempre vuelvo mis ojos otra vez a su presencia,pues sin ella mi sentido de lo divino no se completa. De ella aprendo cada día entre «estiras y aflojas» a venerarla y venerar a la mujer que es mi madre, mi hermana, mi vecina, mi pareja, mi amiga y hasta me reta ante todas aquellas que digo que «me caen mal» y no es masoquismo, es simplemente venerar, aprender a amar, pues.

Así, aunque ya pasó el día de la Guadalupana, la Marian de Nazareth, sigue ahí, a la espera de quien quiera dejarse «alumbrar».

¡Feliz navidad!

Contra la violencia hacia la mujer

Hoy 25 de noviembre, día de la eliminación de la violencia contra la mujer. En mi paso por la parroquia de mi barrio una de las cosas que aprendí es aquella frase tan bonita de que la mujer es el corazón de la sociedad, lo cual  a más de uno podría parecernos evidente, ya que la madre suele encarnar el amor incondicional que nos procuró cuidados para que pudiesemos crecer hasta valernos por nosotros mismos.

Hablar de la relación con mi madre, es recordar que «me tuvo» a los veinte años de edad, una hermosa joven quien por allá en el sesenta parió su primer hijo (a mi) desde luego inexperta en el arte de ser madre, a mi juicio tuvo la desventaja de no ser creyente ni pertenecer a alguna Iglesia Cristiana que le apoyara en ideas y principios para llevar mejor su incipiente matrimonio y maternidad. Practicamente tenía que asumir sus roles «a sus aires» y bajo la influencia de la formación de mi padre, joven también de veintitres años, con la misma inexperiencia para ejercer su paternidad y liderazgo familiar.

Se me ha quedado una frase que he leido por ahí («por ahí» tiene que ver con el internet) que dice que «Somos lo que hacemos» . Para mi que he sido más dado a pensar y hablar que a hacer, me ha «movido el tapete».

Creo y entiendo que cada ser humano tenemos un poder para construir nuestras vidas y de las que aún dependen de nosotros y que según lo utilicemos serán los resultados que obtengamos en nuestra calidad de vida. Así, mi madre es hija de su tiempo, que pudo haber sido mejor o peor que otras madres, yo no quiero entrarle por ahí. Mejor justificarla que condenarla, mejor entenderla y aceptarla como fué y es.

En los diferentes medios de nuestra ciudad nos estamos enterando ya cotidianamente de la violencia hacia las madres y esposas de parte de quienes se supone tendrían que ser los principales protectores y veneradores de ellas: hijos y esposos. Pareciera que tanta abnegación y sobreprotección de nuestras madres, al menos en parte, alimenta el machismo, la sensación de que por tener la fuerza física, podemos servirnos de ella para conseguir nuestros mejores y peores deseos a costa de quien se déje. El cielo no es el límite (ni con mucho), los límites de quienes ejercemos (ó alguna vez ejercimos) algún tipo de violencia contra la mujer están hasta donde ella lo permita.

Muy complicado la tienen nuestras mujeres que sufren algún tipo de violencia cotidiana, pues seguirán siendo víctimas de esta hasta que se decidan  enfrentarla, para lo cual ya cuentan con apoyos de gobierno como el Instituto Sonorense de la mujer, y del mismo DIF, así como una mayor difusión mediática como lo es el reconocimiento de este día y sobre todo las denuncias que se atreven hacer en contra de sus violentadores en cada dramático caso ventilado en los noticieros.

Por supuesto que también nuestros legisladores tienen mucho trabajo por hacer para defender la dignidad de la mujer. Como es el caso de la violencia en el noviazgo, el cual ya cuenta con cifras alarmantes que es preciso atender. Hasta donde yo sé la violencia física comprobada es objeto de sentencia legal, más no así la violencia de tipo emocional ó sicológica por ser «muy difícil de probar» pero que hace tanto o más daño que la violencia física.

Como siempre, la educación surge una y otra vez como remedio para todos los males que afectan nuestras relaciones, pero no sólo la educación laica sino también la religiosa, la cual tiene que comprometerse, ahí, donde están los crucificados.

Por lo demás, Felicidades a todas las mujeres fuertes y valientes que se han sacudido de encima a quienes les lastimaban y mucho ánimo para aquellas que aún no se deciden a liberarse, recuerden que no están solas.

¡Así sea!