El transporte urbano de nuestra ciudad de Hermosillo está en una transición muy interesante donde finalmente nosotros los usuarios estamos disfrutando de un mejor servicio, Nótese que no digo «El mejor servicio».

La jugada de jaque de parte del administrador de las concesiones de transporte urbano, en representación del pueblo sonorense, es decir, el Gobierno del Estado, consistió en introducir 150 camiones nuevos equipados con aire acondicionado para coadyuvar a regularizar los horarios de las corridas de las diferentes rutas que recorren la ciudad. Y es que había llegado el tiempo de las altas temperaturas (sobre los cuarenta grados celsius) y con ellas los tiempos de espera en muchas rutas estaban en el orden de media hora hasta poco más de la hora. Increíble la falta de sensibilidad hacia el sufrimiento de nosotros los usuarios.

Hace más o menos dos meses leí y escuché la gran noticia que Hermosillo es una de las mejores ciudades en México para vivir. Con todo respeto yo no sabía si reír o llorar cada vez que tenía que subir, por ejemplo, a un camión de la ruta 3 totalmente «destartalados» ruidosos y con un calor infernal, además de perder tiempo valioso por las esperas prolongadas que nada tenian que ver con una ciudad de primera categoría.

Los estira y afloja entre los jugadores con autoridad y poder como lo son el Gobierno del Estado y la empresa Sicthusa han sido intensos, el primero como administrador de las concesiones de transporte urbano y el segundo como operador del mismo al parecer han llegado a acuerdos muy importantes para de una vez por todas dignificar el servicio de transporte urbano y con ello resolver un demasiado añejo reclamo ciudadano.

La promesa de que en cuatro meses circularán 400 nuevos camiones es una gran noticia y hago votos porque las negociaciones aterrizen exitosamente en un ganar-ganar.

Nosotros, los usuarios siento que estamos poco ciudadanizados, justificados por nuestras ocupaciones del día a día para sobrevivir, es mi inquietud ser más que un espectador resignado o quejumbroso, de pocas o nulas acciones.

La actual administración estatal es la primera en la historia politica de nuestro estado que es representada por un Partido distinto, el PAN (Partido Acción Nacional) y por supuesto esto ha generado el descontento del hasta hace poco Partido en el poder, el PRI (Partido Revolucionario Institucional). Es muy comentado, leido, visto y sentido los grandes retos y tensiones que ha tenido que enfrentar el gobierno de Padrés Elías (actual gobernador del estado) sin embargo, en lo personal mi percepción sobre su personalidad es que es un hombre noble que quiere mejorar las condiciones de vida de los Sonorenses. Y en el caso particular del transporte urbano ha significado uno de sus frentes con fuertes resistencias al cambio y lo que me llama la atención es que después de cinco años de gobierno «no quita el dedo del renglón» para modernizar este rubro.

Entiendo que su gobierno ha tenido deficiencias (¿donde está el gobierno perfecto?) pero los esfuerzos y logros contracorriente son evidentes: El acueducto Independencia, pasajes gratuitos para estudiantes, uniformes gratuitos, economía con altas tasas de crecimiento, por ejemplo. Así es, desde luego soy simpatizante de éste gobierno y del Partido Acción Nacional por el cual he votado desde el 2000 y sé que aún hay un largo camino por recorrer para consolidar altos estandares de vida para todos los Sonorenses.

Mientras tanto, quienes tomamos dos, tres o más camiones al día para transportarnos en medio de un clima hostil que sobrepasa los cuarenta grados nos sentimos mejor al tener el poder de elegir camiones con aire acondicionado y con mejores tiempos para llegar a nuestros trabajos y hogares. Siento que estamos con las reservas del caso pues «la burra no era arizca…» pero con una esperanza que, atención, no se debe diluir en una simple espera sino transformarse en actitudes participativas. Amén.

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